Kogoro, Ran y Conan van a un balneario. Allí conocen al dueño, Koichi Maekawa, a un hombre, Hideaki Umezu, que solo hacia quejarse de ese sitio y pelearse con el director, a las dos hijas de Umezu (Mari Ehara y Yasuko Umezu) y al secretario de Hideaki, Shosuke Yagihashi. Poco después Umezu morirá en lo que parece un desafortunado accidente. Aunque claro, solo lo parece.